El árbol casto, Vitex agnus castus, es un gran arbusto perenne, perteneciente a la familia de las Verbenáceas, que puede adquirir las dimensiones de un pequeño árbol de 5-6 metros de altura. Se le conoce con los nombres vulgares de Casto Palo, Árbol de la Pimienta, Pimienta del Monje, Pimienta Falsa, Árbol de la Castidad.

El nombre más relevante del uso de esta planta en la antigüedad es sin duda "Árbol de la castidad", debido a las propiedades anafrodisíacas que se le atribuyen. La tintura de la semillas frescas para dominar los impulsos sexuales (de ahí el nombre de "Pimienta de los monjes"). El árbol casto crece en casi todos los países ribereños del Mediterráneo, preferentemente en lugares húmedos y agrestes, en el cauce de arroyos o riberas de ríos, o cerca de las costas. Este arbusto tiene hojas palmeadas opuestas, con 5-7 folíolos lanceolados recubiertos de pelusa en el envés (tomentoso) y con un intenso olor aromático similar a la salvia; las flores son pequeñas e irregulares, perfumadas, de color lila-violeta claro, reunidas en grandes y vistosas panículas vueltas hacia arriba; los pequeños frutos, que constituyen la droga, la parte medicinal que contiene los principios activos, son bayas redondeadas, ligeramente carnosas, que contienen cuatro semillas esféricas de color rojizo oscuro, con un sabor acre que recuerda a la pimienta, hecho que justifica los nombres vernáculos que se refieren precisamente a la pimienta.

Fue Dioscórides, médico, botánico y farmacéutico griego que vivió en Roma en la época de Nerón, quien fue el primero en observar los efectos del árbol casto en el aparato reproductor femenino; de hecho, lo recomendó a las madres durante la lactancia ya las mujeres embarazadas para facilitar la expulsión de la placenta y frenar la hemorragia posterior al parto. Actualmente, los frutos secos maduros se utilizan en el campo de la herboristería por su contenido en alcaloides, flavonoides, aceites esenciales y glucósidos iridoides. Dado que el sauzgatillo aumenta los niveles de progesterona (acción de fitoprogestágenos), tiene una actividad antiestrogénica útil para reequilibrar el exceso de estrógenos, con la consiguiente armonización de los equilibrios hormonales femeninos. Por tanto, está indicado en muchas situaciones, como en el síndrome premenstrual, amenorrea, dismenorrea, menopausia, quistes de ovario, pólipos uterinos y en la endometriosis, como coadyuvante. En particular en el síndrome premenstrual, cuyo uso es frecuente, el árbol casto ayuda a normalizar el ciclo menstrual, tanto demasiado corto como demasiado largo, para reducir la aparición de dolor de cabeza, retención de líquidos y sensibilidad en los senos que causan dolor en el seno (mastodinia) , la sensación de agotamiento, además de intervenir sobre el acné, la irritabilidad, las manifestaciones de ansiedad, los cambios de humor y el nerviosismo, relacionados con el acercamiento del ciclo menstrual. Durante la menopausia alivia los sofocos y los sudores nocturnos. Dado que el sauzgatillo reduce la producción de prolactina, puede ser una ayuda válida, en humanos, para contrarrestar la ginecomastia, es decir, el agrandamiento de las glándulas mamarias y el desarrollo de "senos masculinos", que pueden ser causados ​​por niveles altos de esta hormona. El sauzgatillo también se conoce desde la antigüedad como un anafrodisíaco para los humanos, debido a sus propiedades antiandrogénicas, contrarrestando la testosterona y provocando así una disminución de la libido.

El árbol casto tiene pocos y raros efectos secundarios, reversibles cuando se suspende el tratamiento. No debe tomarse durante el embarazo y la lactancia.